"Hablando de la Adolescencia"
- Rosalba J. Alvarez Hernández
- 1 oct 2015
- 4 Min. de lectura
"La juventud es una virtud que se pierde con el paso del tiempo" Silvia Pinal
¡Quién pudiera regresar el tiempo y poder cambiar algunas situaciones!, ¿alguna vez has dicho esta frase? En muchas ocasiones nos hubiera gustado vivir situaciones diferentes de las que hemos presenciado, tal vez porque una vez que crecemos nos percatamos de que elegimos de una forma inadecuada o inapropiada, pero también es cierto que si eso no hubiera pasado así, no tendríamos las habilidades que ahora tenemos.
Bueno pues para los adultos y los adolescentes, les dedicamos este blog, tal vez se identifiquen, quizá no, lo importante es que los adultos podamos recuperar nuestros aprendizajes y los adolescentes puedan reflexionar con estas experiencias.
La adolescencia es una etapa de transición entre la niñez y la edad adulta, en donde descubrir el propio cuerpo es un reto, tiene cambios inesperados, porque aunque haya mucha literatura que diga lo que pasará, jamás se espera, no hay un espacio propio para eso, es más, pareciera que con el paso del tiempo y la costumbre, es posible dejar de observar esos cambios.
Existen riesgos en ese proceso, pero muchas veces no es que no estén ahí, sino que la presión o el miedo de la familia o los padres, los hacen más agudos. Pues bien muchas veces los adultos han pasado por varias experiencias desagradables y no desean que los adolescentes las vivan, pero no tienen ni idea de cómo acompañarlos para vivirlo diferente o para poder evitarles esos riegos.
¿Pero de qué riesgos hablamos? Primeramente el miedo al embarazo no deseado, los padres empiezan a preocuparse desde que ven a sus hijos (as) entusiasmados (as) con el novio o la novia, cuando buscan espacios con otros adolescentes para estar a solas, incluso cuando están vistiendo entallados (as). Pero, ¿qué está pasando con los adultos?
Primero reflexionemos que la cercanía entre adolescentes puede ser producto de las hormonas, pero también de la moda, de los programas de televisión o la influencia de los medios de comunicación, puesto que es una etapa en la se imitan los roles sociales más frecuentes o predominantes entre el grupo de personas a fines o identificados entre sí.
Aunado a esto, también es de dominio público que la cercanía entre las personas a través de los besos en la boca, suelen producir reacciones en el cuerpo, la famosa excitación, dicha cercanía, puede llevar a dos personas a culminar esos besos apasionados en una relación sexual, y de aquí viene el miedo, pues parece que cuando son las primeras experiencias es difícil controlarse y evitar el coito (penetración).
Este ha sido el mayor de los temores, porque la vida social espera de cada persona en formación, que logre ser productivo, que se prepare académicamente y sea una persona de bien, además de que los requisitos para emplearse, son cada vez más altos, actualmente la preparatoria es el estudio básico solicitado.
Esta vida social, la posibilidad de ser productivo (a) se ve retrasada por el embarazo, además de que cuando se es muy joven, las adolescentes tienen riesgos de morir por anemia o descompensaciones de salud, así como de abortar. Los cambios psicológicos que apenas se estaban ajustando pueden sufrir cambios por la frustración, el trauma o el sentimiento de fracaso.
Pero, aunque esto se pueda leer y leer una y otra vez, ¿qué pasa con los adolescentes que no logran controlarse? Pues bien, no queremos tener la razón de las cosas pero sí les proponemos a los padres, que manejen en casa desde que tienen 10 años, una programación de actividades en el hogar, monitoreadas para generar el sentido de responsabilidad, pues los adolescentes tienen una tardía construcción de la consciencia, es aquella que es producto de la interiorización de información en aprendizajes para la vida. Y esta interiorización podemos lograrla fomentando la responsabilidad.
Otros riesgos están ligados a la necesidad de pertenencia a un grupo en donde se sientan identificados, es ese grupo en donde pueden decir "de aquí soy", puesto que en esta necesidad de encontrar su lugar, pueden probar con grupos adictivos o delictivos. Lo cual también genera riesgos en la salud por la drogadicción, alcholismo y tabaquismo. Así como también a morir entre disputas callejeras o donde se impliquen armas de fuego.
Sucede que en algunas familias no se tiene idea de cómo hablar con los adolescentes, además de que ellos mismos no tienen confianza para compartir con sus padres lo que les está pasando. Valdría la pena preguntarse, ¿es acaso la falta de confianza generada por los mismos padres que no existe el diálogo?, ¿qué se requiere para tener una comunicación positiva con los hijos y de éstos a los padres?
Es importante reconocer las propias limitaciones para poder dialogar, por un lado, en el caso de los adultos sus principales errores los interpretan como vulnerabilidad frente a sus hijos y creen que por esta razón es imposible mostrar ese lado humano y los limita a hablar del problema con sus hijos. Por el otro lado, en el caso de los adolescentes, también hacen interpretaciones propias de lo que han observado y escuchado de sus padres, que se han creado una imagen de ellos que tal vez no corresponda a la realidad y en este sentido también se ven limitados para escuchar a sus padres.
Lo que sugerimos en Psicologiando CON ROSS es que busquen auxilio Psicoterapéutico para aprender a resolver los conflictos del pasado en la propia historia, para evitar proyectar frustraciones que impidan tener una comunicación positiva con los hijos (as).
Los invitamos a que busquen espacios de encuentro familiar, en donde puedan fortalecer sus relaciones interpersonales.
Decir o expresar con frecuencia a los seres queridos lo que se siente por ellos, eso recoforta y brinda el escenario de calidez que se requiere para tratar asuntos delicados.
Antes de hablar, es importante hacer una propia reflexión de lo que se quiere exponer y solucionar y ser honestos si se desea llegar a una solución mutuamente y no precisamente imponer soluciones.
Deseamos que los adolescentes que están viviendo esta etapa encuentren ideas que les ayuden a sentirse mejor consigo mismos a través de sus padres, profesores y amigos.
Atte
Ross
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