¿Cómo enseño a mis hijos a manejar sus emociones?
- Rosalba J. Alvarez Hernández
- 1 jun 2018
- 3 Min. de lectura

Es importante saber que el manejo de Emociones es conocido hoy en día como “Inteligencia Emocional” para hacer alusión, a la posibilidad de adaptarse emocionalmente a las situaciones.
Aunque es un tema de toda la vida en el desarrollo humano, tiene relativamente poco tiempo que se han dedicado espacios y proyectos en la educación, para mostrar una forma de manejar las emociones asertivamente, tanto a maestros, alumnos y padres de familia. Como lo ha sido Escuela para Padres, dentro de las instituciones educativas.
En este sentido, es de suma importancia comprender que todo lo humano es complejo, por lo tanto, siempre existirán los roces humanos y las dificultades para comunicarse y entenderse; sin embargo también, si encontramos estrategias para aprender de esos roces, la vida puede resultar mucho más cómoda y satisfactoria.
Las emociones son experiencias que se viven en el cuerpo, que también generan que la conducta de la persona cambie, que se mueva, que haga algo con lo que está sintiendo, tenemos a un autor reconocido en este tema, Daniel Goleman, de “Inteligencia Emocional”, quien nos propone identificar las emociones básicas que experimentamos.
Estas son: el enojo, alegría, tristeza, angustia y temor. El Amor también está considerado como una emoción, sin embargo, para una servidora, este concepto va mucho más allá de experimentar una sensación física, puesto que implica constructos sociales, creencias limitantes o creencias de vida sobre cómo vivir el amor.
Una vez que identificamos las emociones que experimentamos constantemente, es importante también saber, cómo funcionamos con cada una de ellas, es decir, identificar qué me sucede con el enojo, la tristeza, la angustia o el miedo.
De alguna forma, si los padres y madres de familia logran darse cuenta de este proceso humano en su propia vida, entonces es mucho más sencillo percatarse de cómo sus hijos están viviendo esta experiencia.
Los niños cuando son pequeños tienen menos recursos cognitivos para manejar sus emociones, puesto que la consciencia no está desarrollada en sus elementos de discriminación de estímulos, situación que en algunos adultos tampoco está del todo desarrollada, pero que se puede estimular y generar.
De aquí que para poder enseñar a los niños a manejar sus emociones, es importante que se haga con el propio ejemplo de los padres.
Intento decir aquí, que los padres necesitan aprender a autoregularse emocionalmente, esto es, si constantemente se enojan por la conducta de sus hijos y suelen regañarlos con discursos largos, que incluyen comparativos con los hermanos, con ellos mismos y van acompañados de gritos y golpes, entonces es importante, poner un alto ahí.
Los discursos largos, conocidos como sermones, no son la mejor de las estrategias, se requiere primero un entrenamiento personal, en donde puedan aplicar una estrategia que permita bajar los niveles de intensidad del enojo o cualquier otra emoción. Para que la mente quede libre y pueda entonces razonar y hacer la diferencia ahí.
Las técnicas de respiración son muy comunes para este tipo de situaciones, puesto que podemos oxigenar el cuerpo y de esta manera la emoción disminuye. Aplicar un correctivo para el cambio de conducta de los hijos, implica también analizar de qué manera me estoy vinculando, cuál es mi rol en la crianza de ellos y si estoy siendo congruente con eso.
Otra estrategia es conocida como el Tiempo Fuera, Stop o Time Out, en donde tanto padres como hijos, pueden retirarse en ese momento, sabiendo que es importante auto regularse para después regresar y hablar de lo importante.
Las palabras mágicas para poder comunicar lo importante con los hijos, es establecer un vínculo de confianza, a través de expresar las propias emociones y estas palabras son: “Me siento ____________ y me gustaría que tú ____________”.
Es importante llevar un acompañamiento psicoterapéutico personalizado, para poder entender mejor, la manera más sana de hablar con los hijos, puesto que muchas veces, aunque utilicen estas palabras, lo que no han comprendido, es que aquí no se utilizan juicios de valor, ni sermones, ni discursos comparativos, sino que se habla desde el propio sentir y listo.
La Auto Regulación, también implica identificar las primeras señales, antes de entrar en crisis las emociones, esto es, suceden situaciones antes, que nos indican que podemos terminar iracundos y es aquí cuando las estrategias necesitan aplicarse.
Así que deseo que puedan seguir en sus reflexiones, además de solicitar una acompañamiento personalizado en caso de necesitar ayuda profesional.
¡Feliz manejo de emociones!
Ross
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